¿Es o no conveniente el Ankling?
Ankling es pedalear con los dedos
apuntando hacia abajo al final de la pedalada para ayudar al pedal a girar
utilizando la fuerza de la pantorrilla.
Esta técnica, popular en otros
tiempos, ha quedado desfasada. Los estudios
EMG, una herramienta de diagnóstico empleada para medir la actividad eléctrica
de los músculos, han demostrado que las pantorrillas son pobres productoras de
potencia en el ciclismo. La mayor parte
de la potencia de pedalada es generada por el cuádriceps del muslo y los
glúteos del trasero. Las pantorrillas
apenas son los cables de transmisión de potencia del cuádriceps al pie y el pedal. Por consiguiente, el ankling no permite obtener mayor potencia y puede considerarse una
pérdida de energía.
(…)
No piense conscientemente acerca del
ankling. En su lugar, trate de aplicar presión al
pedal todo el tiempo que dura la pedalada. El consejo de Greg LeMond sigue siendo válido:
empuje su pie hasta el punto más bajo de la pedalada imaginándose que está quitándose
barro de la zapatilla. Lo siguiente que
debe saber es que su pie se encuentra en el punto más alto. (LeMond, por
pierto, a menudo fue fotografiado con su talón más bajo que sus dedos, cuando
el pie pasaba por el punto más bajo de la pedalada, sobre todo en los ascensos.)
Los estudios realizados en ciclistas olímpicos muestran que incluso los mejores corredores no producen potencia en la pedalada hacia arriba. El pedal gira en torno tan rápidamente que no pueden empujar el pie hacia arriba cuando el pedal se eleva. Las excepciones son los ciclistas de montaña, que casi siempre transitan por terreno rústico y los corredores mutilados que pedalean con una sola pierna. Estos corredores pueden beneficiarse, en tales casos, del ankling.
Pruitt, Andrew L.; Matheny, Fred. 2006. Andy Pruitt's Complete Medical Guide for Cylists. Boulder, Colorado U.S.A.